mucha gente piensa que findlay brown es este chico talentoso que aún no se la cree lo suficiente como para componer siendo 100x100 él.
al principio, si tienes muchas agallas puedes lanzarte a decir que su música es tan evidente que se nota que de pequeño se pegaba demasiado con las canciones más sensibles de simon & garfunkel, las de david crosby y quizá con mucho más empeño con las menos elaboradas de bob dylan.
seguramente a findlay brown le sacaban la mierda jodido y parejo en el colegio.
lo cierto es que para los más eruditos, findlay brown es un músico con mucho talento, pero sería mejor si encontrara su propia voz.
a mi me gustan algunas de sus canciones, pero por alguna razón creo que este tipo ganaría mucho más dinero componiendo para comerciales de la televisión.
no es que eso sea muy malo. hay comerciales de televisión que son demasiado buenos, otros que son malos y algunos que de tan creativos no creo que los emitan en este país.
AMdC nos contó hace millones de años de este comercial de mantequilla brasileño donde sale una mesa servida con el desayuno y mientras una voz en off va diciendo algo como cuáles son las ventajas de empezar un día tomando un buen desayuno, al fondo escuchas como una mujer gime y gime y la cámara va pasando por los panes y las mermeladas hasta que llega a esta brasileña no tan rica que gime y gime mientras un patín está haciéndole el amor tipo marlon brando en el último tango en parís. y justamente llega un momento en que la brasileña deja de gemir y pone una cara de molestia bárbara, esto hasta que el tipejo se estira sobre la mesa, y le unta algo y se la siga follando. entonces el narrador, sigue persuadiéndote de tomar desayuno todas las mañanas mientras la cámara se detiene en este pote de mantequilla que tiene las huellas de los dos dedazos del brasileño marlon brando.
en fin...
las melodías de findlay brown son como estas chispitas mariposas que uno prendia de pequeño en navidad, al principio parecen gustarte, brillan, les salen chispas y a pesar que tu mamá te dice que es lo más divertido nunca pierdes la esperanza de irte a reventar cohetes con tus primos.